20 frases del cine épicas

Si alguien cree que el cine no ha dado tanto a la humanidad, desde luego no será por frases. Las hay chistosas, ingeniosas, solemnes y surrealistas. Las hay amarillas, grises, verdes, y, por supuesto, negras. Las hay que han calado en la memoria colectiva y otras que solo recuerdan los cinéfilos.

Así que aquí hemos metido un poco de todo, para que nadie se queje. ¡O para que todos os podáis quejar a gusto.

"A Dios pongo por testigo..." Podéis completar la frase de Escarlata mientras un amigo canta la música, no menos épica.

"Y también dos huevos duros." Lo bueno de esta es que Groucho no la decía solo una vez. Pregunta para frikis: ¿cuántas veces la decía?

"Yo soy tu padre." La frase estrella de todo culebrón tiene otro sabor cuando se la suelta Vader a su churumbel, eso es indiscutible.

"El cerebro es mi segundo órgano favorito." Solo con Woody Allen ya nos daba para las veinte; otro día nos ponemos.

"¿Me estás hablando a mí?" Tan chalado como estaba De Niro en Taxi driver y la gracia que tenía, el tío.

"Me llamo Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. ¡Prepárate a morir!" Si se trataba de frases épicas, a ver quién supera esta, florete en mano. 

"La parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte." ¿Existe alguien sobre la faz de la tierra que no la haya dicho alguna vez al leer un contrato?

"Francamente, querida, me importa un bledo." Empezamos con Escarlata y seguimos con Rhett pegándole un corte.

"Siempre nos quedará París." Humphrey e Ingrid sacrificando sus vidas y sus sentimientos por una causa. ¡Pobres!

"Nadie es perfecto." Y, al final, nos quedamos sin saber si Daphne y Osgood fueron o no fueron felices.

"Me llamo Ángela. Me van a matar." Tesis tendría sus trampillas, pero metía miedo como pocas.

"¡Me encanta el olor del napalm por la mañana!" Se dicen frases y frases potentes en Apocalypse Now, pero esta ha quedado. ¿Por qué será?

"Pero… ¿cómo te atreves, Mari Carmen de mierda?" La delirante Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí nos dejó perlas de este calibre.

"Yo soy Espartaco." Que sí, que todos lo somos, pero el que se la jugó de verdad fue Tony Curtis. Los demás no tienen mérito.

"¡Yo no aguanto este sindiós!" El gran Saza con un tricornio y disparando al aire. Un final al nivel de Amanece, que no es poco.

"Si me necesitas, silba." Para decir algo así (aunque no fue exactamente así) y no sonar ridículo, definitivamente hay que ser Lauren Bacall.

"Elegí un mal día para dejar de fumar." Otra que habéis repetido todos. Reconocedlo, ¡no pasa nada!

"He pasado una tarde estupenda, pero no ha sido esta." Groucho de nuevo on fire. 

"Que la fuerza te acompañe." Vamos, ¿qué queréis que os digamos de esta?

"Voy a hacerle una oferta que no podrá rechazar." En general, cuando se trata con gangsters no es buena idea rechazar nada. Eso que aprendimos con El padrino.

¿Os han gustado? Pues en alguna sala de Kinépolis, ahora mismo, se están diciendo cosas de la altura de todas estas. Y vosotros leyendo blogs...